lunes, 19 de septiembre de 2011

Todo obra para bien

Todo, venga de donde venga, el Señor lo cambia en bien. Todo, sea agradable o sea doloroso, e incluso trágico.



El mal puede venir de causas muy diversas: Maldad ajena, causas naturales, deterioro corporal, culpa personal, etc.



A Jesús le sobra sabiduría, poder y amor para sacar bien de cualquier mal. El bien espiritual, siempre. El bien temporal, si conviene, también.



El hombre de fe viva asume todos los sucesos como “oportunidades”:






  • para madurar en el seguimiento de Jesús




  • para crecer en la confianza y abandono total en Dios,




  • para comprobar una vez más el amor que El nos tiene.


No te preguntes nunca “por qué” me sucede a mí estas cosas: Pregúntate siempre “para qué” o “qué espera Dios de mí” en tal caso.



Tú ama y confía ciegamente en Ely El hará lo demás para tu bien.


Escrito por : Brenda Torres Lara


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